Un campeón como la copa de un Pina.
Eso es lo que tiene España a día de hoy en bola-8 después de que
Juan Antonio Pina protagonizara la gran sorpresa de los últimos años
al hacerse con el título de dicha modalidad en la sala Snooker de
Oviedo. El jerezano se colgó el oro después de superar a dos de los
tres mosqueteros del pool español: Fran Sánchez, en cuartos de
final, y David Alcaide, en la última batalla.
Pina, Ruth, Roger y la esposa del campeón. |
Más de un lustro ha tenido que pasar
para ver en el primer escalón del podio a alguien que no fuera
Francisco Díaz o los dos jugadores citados anteriormente. Juan Carlos Expósito, en 2012, fue el último en hacer frente a dicho
batallón. Anteriormente, José Luis
González 'Jepy' lo había logrado en 2009. El mallorquín conquistó el centro nacional en la
modalidad de bola-9 tras superar en la final a David Alcoberro por
9-5. Anteriormente, el balear se había deshecho de Sánchez, en
cuartos, y Alcaide, en 'semis'.
Un camino parecido tuvo que tomar Pina
en tierras asturianas. Cualquiera lo habría dicho después de que el
andaluz perdiera contra el valenciano Manuel Sánchez (6-5) su primer
enfrentamiento, correspondiente la segunda ronda tras haber pasado la
primera exento. A partir de ahí, el del sur se puso las pilas y,
como si del conejito Duracell se tratara, no hubo quien lo parase.
Ángel López (6-2), Frei Rendón (6-1) e Ignacio Iglesias (6-3)
fueron sus víctimas por perdedores en el cuadrante C para conseguir
así el pase a los últimos 32.
El jerezano, en acción durante el campeonato. |
En dieciseisavos de final, Pina derrotó a Jorge Díaz (7-1) para, a continuación, liquidar al onubense Iván Núñez (7-4). Contra Fran Sánchez se vivieron unos cuartos de final de infarto. Remontó un 5-3 adverso, pero con 5-6 falló la última bola antes de dejarse la negra enfilada. El murciano no desaprovechó el error y empató la contienda. El jerezano disponía del último saque y metió bola de inicio, curiosamente una, la misma que impidió que la blanca acabara en la tronera. El andaluz comenzó a barrer la mesa y tuvo que lanzar un penúltimo tiro de mucha calidad -la siete a la banda corta para que rebotara en la del contrario y se desviara hacia el agujero- para rematar la faena con la ocho. Sorpresón.
Como de una inyección de autoestima se
tratara, el andaluz ya no quitó el pie del acelerador. Derrotó al
valenciano Diego Pedro Simón por 7-2 en semifinales y, en la final,
a Alcaide por el mismo marcador. Fue un ciclón.
El tercer escalón del podio, junto a
Diego Pedro, lo ocupó también Héctor del Amo. El gallego estuvo a
punto de meterse en la que habría sido una final sorprendente.
Doblegó a Francisco Díaz (7-6) en cuartos y no supo rematar un 6-2
a favor contra Alcaide en semifinales. De esta forma, a Pina se le
presentaba un último obstáculo de altura, el campeón del World
Pool Masters de 2016. Pero el jerezano se encontraba 'on fire' y no estaba
dispuesto a dejar escapar la ocasión de hacer historia y colgarse el
oro. Más mentalizado que nunca, arrasó a su contrincante, que antes
que a Del Amo había eliminado a Raúl Martín, Alberto Delgado y
Jonás Souto en el cuadro final, para convertirse en un campeón como
la copa de un Pina.
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