viernes, 29 de junio de 2018

Un campeón como la copa de un Pina


Un campeón como la copa de un Pina. Eso es lo que tiene España a día de hoy en bola-8 después de que Juan Antonio Pina protagonizara la gran sorpresa de los últimos años al hacerse con el título de dicha modalidad en la sala Snooker de Oviedo. El jerezano se colgó el oro después de superar a dos de los tres mosqueteros del pool español: Fran Sánchez, en cuartos de final, y David Alcaide, en la última batalla.

Pina, Ruth, Roger y la esposa del campeón.
Más de un lustro ha tenido que pasar para ver en el primer escalón del podio a alguien que no fuera Francisco Díaz o los dos jugadores citados anteriormente. Juan Carlos Expósito, en 2012, fue el último en hacer frente a dicho batallón. Anteriormente, José Luis González 'Jepy' lo había logrado en 2009. El mallorquín conquistó el centro nacional en la modalidad de bola-9 tras superar en la final a David Alcoberro por 9-5. Anteriormente, el balear se había deshecho de Sánchez, en cuartos, y Alcaide, en 'semis'.

Un camino parecido tuvo que tomar Pina en tierras asturianas. Cualquiera lo habría dicho después de que el andaluz perdiera contra el valenciano Manuel Sánchez (6-5) su primer enfrentamiento, correspondiente la segunda ronda tras haber pasado la primera exento. A partir de ahí, el del sur se puso las pilas y, como si del conejito Duracell se tratara, no hubo quien lo parase. Ángel López (6-2), Frei Rendón (6-1) e Ignacio Iglesias (6-3) fueron sus víctimas por perdedores en el cuadrante C para conseguir así el pase a los últimos 32.

El jerezano, en acción durante el campeonato.

En dieciseisavos de final, Pina derrotó a Jorge Díaz (7-1) para, a continuación, liquidar al onubense Iván Núñez (7-4). Contra Fran Sánchez se vivieron unos cuartos de final de infarto. Remontó un 5-3 adverso, pero con 5-6 falló la última bola antes de dejarse la negra enfilada. El murciano no desaprovechó el error y empató la contienda. El jerezano disponía del último saque y metió bola de inicio, curiosamente una, la misma que impidió que la blanca acabara en la tronera. El andaluz comenzó a barrer la mesa y tuvo que lanzar un penúltimo tiro de mucha calidad -la siete a la banda corta para que rebotara en la del contrario y se desviara hacia el agujero- para rematar la faena con la ocho. Sorpresón.

Como de una inyección de autoestima se tratara, el andaluz ya no quitó el pie del acelerador. Derrotó al valenciano Diego Pedro Simón por 7-2 en semifinales y, en la final, a Alcaide por el mismo marcador. Fue un ciclón.

El tercer escalón del podio, junto a Diego Pedro, lo ocupó también Héctor del Amo. El gallego estuvo a punto de meterse en la que habría sido una final sorprendente. Doblegó a Francisco Díaz (7-6) en cuartos y no supo rematar un 6-2 a favor contra Alcaide en semifinales. De esta forma, a Pina se le presentaba un último obstáculo de altura, el campeón del World Pool Masters de 2016. Pero el jerezano se encontraba 'on fire' y no estaba dispuesto a dejar escapar la ocasión de hacer historia y colgarse el oro. Más mentalizado que nunca, arrasó a su contrincante, que antes que a Del Amo había eliminado a Raúl Martín, Alberto Delgado y Jonás Souto en el cuadro final, para convertirse en un campeón como la copa de un Pina.



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